En esta ocasión te mostramos la restauración de una Vespa Sprint 150 que llevamos a cabo en un tiempo record de apenas 4 meses.
Esta Vespa era de unos amigos. Durante años estuvo en la esquina de un garaje, seguro que esto te suena ¿verdad?, pero pese a nuestra insistencia de que restauraran la moto, no hubo forma. Hasta que llegó el momento en que esa esquina encontró mejor destino y nuestro icono de juventud se convirtió en un trasto viejo del que había que deshacerse lo antes posible. Y ahí es dónde entramos nosotros. Nos dieron la opción de quedarnos la moto o dejar que acabara en un desguace.
Si nos sigues, seguro que ya sabes cuál fue nuestra contestación y lo poco que nos costó decidirnos. Cogimos el proyecto con ganas, y en un tiempo record para nosotros terminamos esta preciosidad. Ahora te mostramos con todo detalle el proceso de esta restauración.
Como siempre, lo primero fue desarmar la moto por completo.
La carrocería la llevamos a chorrear con arena y a imprimar para su posterior pintado.
El motor, el cual estaba bastante bien conservado, lo desarmamos en su totalidad, para su limpieza y posterior chorreado con arena. Durante su completa revisión sustituimos todas las piezas necesarias (biela, pistón, rodamientos y retenes, bobina de alta, platinos y condensador y la cruceta la pusimos nueva de la época) y pulimos las piezas necesarias.
La dirección y el buje delantero, el cual sustituimos por uno nuevo de la época, nos costó mucho ponerlo. Al contrario que las camisas de los cables, que nos metieron mucho miedo con eso y luego fue todo rodado.
Los amortiguadores, tanto el delantero como el trasero los pusimos nuevos. Así como todos los cables, fundas y guías del suelo. Y cambiamos la llave del depósito de la gasolina.
Restauramos los tiradores para agarrar los cofanos, así como unos pequeños enganches cromados que traía en la parte delantera, y dónde antiguamente enganchaban, el ahora también de moda, cubrepiernas.
Hasta aquí sería una restauración al uso. Ahora te contamos los cambios que le realizamos a este modelo de Vespa Sprint 150, lo que ya conoces como «nuestro toque personal».
Comenzamos por lo que seguro te ha llamado más la atención al ver nuestra restauración, sobre todo si eres un entendido en este tipo de motos, el color. Para nuestra restauración no escogimos ninguno de los colores oficiales para este modelo, sino uno que encajaba mejor con el estilo racing que queríamos dar a nuestra Vespa, el naranja oficial del siguiente modelo llamado «Rally». Así como un asiento también estilo racing.
Otro cambio importante fue la colocación de la rueda de repuesto. En este modelo iba colocada en el interior del cofano izquierdo. Nosotros la cambiamos a un soporte bajo el manillar, como otros modelos de Vespa. En su lugar en el interior del cofano, colocamos un cajón que hicimos a medida para documentación y otros enseres.
No le colocamos ni la cresta guardabarros delantera ni las tiras de los laterales, en su lugar colocamos unos pequeños tapones de goma tapando los agujeros dónde irían colocadas.
Le cambiamos el tubo de escape original por otro que da más rendimiento y desahoga mejor la moto y que estaba más en línea con el estilo racing que estábamos buscando.
Y por último, un cambio que hicimos cuando empezamos a rodar con la moto y comenzó a dar los típicos problemas con el condensador. Como sabrás, el condensador del encendido va integrado en éste. Nosotros pusimos otro exterior con una conexión rápida para poder cambiarlo casi sobre la marcha.
Como siempre, esperamos que te haya gustado nuestra restauración y que te de ideas para futuros proyectos.