Restauración de una Montesa Impala 250 Sport original. Este modelo fue presentado en 1966 como moto de carreras apta para ciudad, con numeraciones 15M00001 en adelante y con una tirada de 1640 unidades.
Para comenzar, nos gustaría aclarar, que las motos incluidas en esta sección, son originales restauradas por un integrante de Metal Fusión en los años anteriores a la creación de este blog. Y que ahora, con gran satisfacción de todo el equipo de Metal Fusión, se ha animado a compartir con todos nuestros lectores.
Como recordarás o tal vez sólo puedas imaginar, que viejos somos 🙄 , hace años no había ese afán de inmortalizar cada momento con los móviles, éstos eran casi exclusivamente para llamadas. Es por esta razón, que no podemos mostrarte más que las fotos del antes y el después, estas últimas ya con más detalle. Pedimos disculpas por ello, pero aún así, este trabajo creemos, merece ser mostrado. ¿Comenzamos?
De este ejemplar en concreto sabemos que en los años 70 corrió en carreras tan populares como la Subida a La Providencia o el Premio San Froilán de velocidad en Lugo, carrera que se corría en un circuito instalado alrededor de la muralla y por donde pasaron algunos de los pilotos españoles más emblemáticos.
Tras sufrir un accidente, este ejemplar quedó abandonado en un taller mecánico, y posteriormente, sobre el año 2000 llega a nuestras manos.
Abajo en las fotos te mostramos el estado de la moto. Ciertos cambios son rápidamente reconocibles, le habían cambiado el faro delantero y el color, al azul de las motos de carreras BMW de la época, para darle un aire más deportivo. Como dato anecdótico, te diremos, que el motor estaba despiezado en una caja de frutas y los amortiguadores en cajas de cartón.
Restauración Impala
Como toda buena restauración, comenzamos despiezando la moto en su totalidad. Se analiza cada parte y se decide cuál será su tratamiento específico, cromado, pulido, pintura, reparación o sustitución. Se trata de aprovechar siempre el mayor número de piezas originales. Y hemos de decir, que en este caso, tuvimos mucha suerte y pudimos aprovechar la gran mayoría.
Lo primero fue llevar el chasis y el basculante a chorrear con arena y pintar.
Separamos las piezas que necesitaban ser cromadas, en este caso, la parte de arriba de las botellas de suspensión, la palanca de arranque, el pedal y la palanca de cambio, el escape, los tirantes de los frenos y el puño del acelerador. Y por otro lado, las piezas de aluminio para ser pulidas.
Respecto al motor, lo más complicado fue reconstruir el cárter izquierdo porque estaba roto y es de aluminio. Pudimos recuperar el carburador que aparentemente tenía un aspecto muy calamitoso. La biela, el pistón y los rodamientos, los pusimos nuevos. La gran sorpresa nos la llevamos, al comprobar que el número del motor coincidía con el número de chasis.
Tuvimos que hacer pequeños cambios como una matrícula nueva, el faro delantero, el protector de la caja de herramientas que estaba totalmente dañado, los amortiguadores traseros, el tapizado del asiento, la instalación eléctrica, la colocación de radios de acero inoxidable, todas las piezas de goma, la cadena y por supuesto, volverla a su color original.
Pequeñas mejoras
Dimos por terminada la restauración de la Montesa Impala 250 Sport, con la colocación de un tapón para el depósito de la gasolina al estilo de las motos inglesas de la época, en vez del original de plástico. Y de un portadocumentos para la colocación de la pegatina de la ITV, estilo años 60 y 70.
Aquí te mostramos las fotos actuales de la Montesa Impala 250 Sport. Esperamos que te guste el resultado tanto como a nosotros.
