Lo que más nos gusta es reciclar. Y en esta ocasión nos referimos a una antigua caja de vino. Seguro que como nosotros, sobretodo en Navidad, has recibido más de una botella en este tipo de cajas. Pues en esta sección te daremos muchas ideas para que puedas darles un nuevo uso.
En este caso, es una individual, alargada con tapa de cristal. Lo primero que debes hacer, es igualar la superficie. Muchas cajas de este tipo traen los nombres o logotipos como grabados en la madera, y a la hora de decorarlas pueden ser un problema. Para atajar este problema, debes rellenar ese grabado, igualando al resto de la caja, con algún tipo de pasta. Puede ser pasta de madera o pasta relieve o simplemente el típico tapajuntas para azulejos. A continuación, líjalo para igualar la superficie.
Ahora ya podríamos pintar, yo te aconsejo que utilices gesso, o pintura multisuperficie, aunque en madera cualquier pintura agarra bien, no debemos olvidar que también hemos podido agregar algún tipo de pasta, mejor no arriesgarse.
En este caso, aplicamos gesso blanco y a continuación una mano de pintura roja al agua bien cubriente, tanto por dentro como por fuera.
Con una plantilla y la pasta de relieve o tapajuntas, hicimos el relieve que ahora se ve en dorado, pero que inicialmente era en blanco. El tono dorado lo conseguimos con la técnica del pincel en seco haciendo hincapié sobre los relieves.
Tapa caja de vino
La tapa de cristal, tras marcar el dibujo elegido, lo perfilamos con pintura de relieve en color oro, y lo rellenamos con pinturas vitrales al agua.
Finalmente lo barnizamos con un barniz también al agua.
Y este fue el resultado, una caja con el tamaño perfecto para guardar nuestros vitrales. Esperamos que te haya gustado.
