En plena cuarentena, te presentamos una caja para guardar tus infusiones favoritas, en nuestro caso el té. Con propiedades antioxidantes y de refuerzo del sistema inmunológico, se nos antoja el compañero ideal para estas largas tardes en casa.
Partimos de una caja de 7 x 22 x 9,5 cm. de madera de pino, con dos separadores extraíbles en el interior.
Utilizamos los siguientes materiales
Comenzamos como siempre, lijando bien la superficie interior y exterior y limpiando después con un paño de algodón que no suelte pelo. Le quitamos el cierre y las bisagras para hacer cómodamente las partes por separado.
Tapa
Para la tapa de nuestra Caja de Té, comenzamos pintando por dentro y por fuera con gesso negro. En las esquinas le aplicamos un motivo con plantilla o stencil arabesco y con pasta de craquelado en color blanco.
Para el centro, realizamos una pequeña composición a nuestro gusto, con diferentes adornos. Algunos realizados con polvo cerámico, otros con pasta de modelar y otros metálicos. Los pintamos posteriormente con el mismo gesso negro. Los fijamos a la tapa con Pasta Mate Mix Media, y así añadiremos también a nuestra composición unas Perlas de Luna en diferentes posiciones. Al final, añadimos estas Perlas también en el asa de la tetera central. Y en los centros de las flores, unas cuentas de bronce con el agujero hacia arriba.
Pintamos toda la superficie con el gesso negro, hasta conseguir que todos los elementos queden bien cubiertos.
Caja de Té
Para la parte de abajo, seguimos los mismos pasos hasta aquí. Pintar con gesso negro, añadir las texturas con pasta de craquelar y como adorno una filigrana metálica.
Y ahora ya podemos comenzar a añadir color. En esta ocasión vamos a probar algo nuevo. Seguro que ya conoces las Pastas de Efecto Óxido de Finnabair, puedes conseguir un magnífico acabado óxido profundo aplicándolas con un pincel o esponja a toques sobre la superficie.
Pero nosotros te vamos a mostrar un acabado diferente, más sutil. A ver qué te parece.
Comenzamos a pincel seco aplicando primero el tono Óxido Marrón por toda la superficie, inferior y superior.
A continuación Marrón Oscuro, un poco más claro que el anterior.
También a pincel seco, iremos aplicando los tonos Óxido Rojo
y el Oxidado, pero éste principalmente sobre los adornos centrales de la tapa y de la cara frontal y un poco sobre otras zonas. Al ser más claro que el Óxido Rojo, aportará luz al conjunto y destacará los detalles de los adornos.
Haciendo hincapié sobre los adornos metálicos florales de la tapa aplicamos el tono Verde, así como en diferentes partes del resto de la caja. Y sobre las Perlas de Luna, los centros de las flores y las letras de nuestra tetera central, un pequeño toque de Oro Viejo como contraste con el cierre y las bisagras doradas.
Para el interior, el borde irá igual que el resto de la caja. Mientras que el resto, solo lucirá con el gesso negro y sobre él, el tono Verde, también a pincel seco.
Para finalizar como siempre, una capa de barniz al agua mate, para proteger bien toda nuestra Caja de Té.
➡ Producto estrella
Seguro que tienes claro, cual es nuestro producto estrella en esta ocasión. Y sí, son las Pastas de Efecto Óxido de Finnabair. Nos han sorprendido muy gratamente. Son pastas que no son lisas, tienen un granulado arenoso muy característico, para poder conseguir ese efecto óxido. Y a pesar del pequeño tamaño de sus embases, 50 ml., cunden mucho. Si tuviéramos que ponerles un pero…, sin duda sería que los packs de combinaciones son geniales y nos costó muchísimo decidir cuales escoger.
Y eso es todo por ahora. Esperamos que te haya gustado y recuerda, quédate en casa y aprovecha la cuarentena para hacer éste u otros proyectos.
